La reciente elección de Aaron Judge como “Jugador del Año” en los Player Choice Awards ha levantado un sinfín de opiniones. Este premio, votado por los propios jugadores de las Grandes Ligas, es una muestra de respeto de sus colegas, quienes lo consideran el mejor.
Peloteros de MLB votan que Aaron Judge es mejor que Shohei Ohtani
Sin embargo, los números de Judge en esta postemporada parecen contradecir esta afirmación, despertando la duda de si es justo considerarlo el jugador más destacado de la liga en estos momentos.
En la actual postemporada, Judge ha tenido problemas significativos al bate. En 36 turnos, solo ha conseguido 6 hits, lo que le da un promedio de bateo de .161, con un par de jonrones y un doble.
Aunque ha logrado 6 carreras impulsadas y 7 bases por bolas, también se ha ponchado en 16 ocasiones, lo cual muestra una falta de consistencia bajo la presión de los playoffs.
Estos números contrastan con su reconocimiento como el mejor jugador, ya que se espera que el jugador del año pueda destacarse en momentos cruciales.
A pesar de esto, es importante recordar que los premios de la temporada regular suelen basarse en el rendimiento general y el impacto durante toda la campaña.
En ese sentido, Judge fue sin duda una figura clave: su fuerza al bate y su capacidad para cambiar el curso de un juego con un solo swing lo convirtieron en uno de los jugadores más temidos en la alineación de los Yankees.
Sin embargo, en comparación con figuras como Shohei Ohtani, quien ganó el título de “Jugador Sobresaliente” en la Liga Nacional, Judge no ha mostrado el mismo nivel de impacto cuando más se necesita.
Es relevante también considerar que ser elegido por los propios jugadores refleja el respeto que le tienen en el clubhouse.
El liderazgo y el ejemplo de Judge son factores que van más allá de las estadísticas y pueden haber influido en esta elección.
No obstante, cuando hablamos del mejor jugador de la MLB, el rendimiento en la postemporada es crucial, y en este aspecto, Judge ha estado lejos de brillar.
El reconocimiento que ha recibido es una muestra del respeto que ha ganado, pero el título de “mejor jugador de la MLB” exige más.
La falta de resultados en la postemporada plantea la pregunta de si realmente merece este título o si otros jugadores, con mejores resultados bajo presión, deberían ocupar esa posición.
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