Nicolás Maduro agradeció la noche del jueves 14 de diciembre a su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, «por su franqueza» en la reunión en San Vicente y las Granadinas sobre la controversia por el Esequibo, un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados que se disputan ambos países, que acordaron no amenazarse ni utilizar la fuerza en circunstancia alguna, incluyendo la relacionada con esta zona.
Maduro, quien en los últimos meses ha acusado a Ali de ser un «títere provocador» de la petrolera estadounidense ExxonMobil, de haberse «puesto a la orden» de Estados Unidos y de ser un «instrumento del Comando Sur», agradeció al mandatario guyanés por «su disposición al diálogo amplio en todos los temas» que abordaron «de manera directa».
«Me sentía muy satisfecho de poder estar cara a cara, como lo quería hace mucho tiempo, con el presidente de Guyana», dijo Maduro desde el aeropuerto internacional de Maiquetía, minutos después de regresar a su país, llegada que fue transmitida por el canal estatal VTV.
Maduro aseguró que la «jornada muy importante» de este jueves fue «fructífera» e «intensa», aunque, «por momentos, tensa», pese a lo que las partes pudieron «hablar con la verdad».
Según la declaración conjunta, ambos países se comprometieron a continuar con «el diálogo sobre cualquier otro asunto pendiente de importancia mutua» y a abstenerse, «ya sea de palabra o de hecho, de intensificar cualquier conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia».
El oficialismo y Georgetown acordaron también «establecer, inmediatamente, una comisión conjunta» con sus respectivos ministros de Exteriores y técnicos para «tratar los asuntos mutuamente acordados», y deberá presentar una actualización a Maduro y Ali «en un plazo de tres meses».
Ambos países tienen previsto celebrar en el próximo trimestre, o «en otro momento acordado», una reunión en Brasil, para abordar «cualquier asunto con implicaciones» para el Esequibo, de acuerdo con el comunicado.
La controversia escaló luego de que Venezuela aprobara el 3 de diciembre en un referendo unilateral -que pretendía fuera vinculante- anexionarse la zona disputada, bajo control de Georgetown, y la administración de Maduro ordenara el asentamiento de una división militar cerca del área en litigio, sin incursiones de momento, así como la modificación del mapa oficial venezolano, al que se anexó la Guayana Esequiba.
EFE | Foto: Prensa Presidencial.-
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