Venezuela técnicamente en recesión, la teoría dice que
un país entra en recesión económica cuando tiene una disminución financiera por
un periodo de dos trimestres consecutivos. Según cifras publicadas por el
Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la economía en el primer semestre
del año tuvo una caída del 7%, dando al traste con la frase del “Venezuela se
arregló”.
Con una economía que ya había perdido fuelle hacia el
final de 2022, la actividad en 2023 inició con poca fuerza, motivada
especialmente a la insuficiente demanda que no siguió el ritmo a la oferta del
sector comercial que había impulsado el crecimiento del año previo. Ante estos
resultados, entre diversos colegas economistas se está hablando que el poco
crecimiento que hubo en Venezuela en 2021 y parte del 2022 se debe a lo en
economía y finanzas se conoce como el rebote del gato muerto (en ingles, dead
cat bounce), que son periodos cortos de crecimiento tras un largo periodo de
caída en las economías, esta expresión originaria de Wall Street, se empezó a
popularizar en octubre de 1987 cuando hubo un colapso de las bolsas, y deriva
de que un gato muerto puede rebotar en el suelo cuando cae de una gran altura.
Diversas opiniones de expertos en el tema sugieren,
que esta disminución en las actividades económicas tiene como principal causa la
caída en el poder adquisitivo de los venezolanos, teoría con la que estoy
totalmente de acuerdo, pero si vamos mas allá de esa visión netamente
económica, daremos con la causa originaria de todos los males, que no es otro
que un modelo político que ya no dá para más, que lo único que nos puede
ofrecer es desempleo, miseria, pobreza y millones de familias separadas.
Entre las consecuencias derivadas de las recesiones
económicas, existen dos ámbitos que se ven especialmente afectados, la sociedad
y las empresas. Las recesiones en las sociedades traen consigo aumento de la
pobreza, desigualdad económica y social, depresión y ansiedad en su población y
aumento en los niveles de la delincuencia; en el caso de las empresas la
recesión en primer lugar disminuyen las ventas, aumenta el endeudamiento, menor
rentabilidad, pérdida de empleos y mayor competencia por los clientes y
recursos limitados.
Lejos del optimismo que reinaba a principios de año,
las proyecciones económicas para el segundo semestre del 2023 es de pronóstico
reservado, sumado a la elaboración de un plan macroeconómico que se está
necesitando desde hace años y a la fecha no ha sido presentado, nuestro país
necesita es un cambio de modelo en lo político y el venezolano lo sabe,
diversas encuestadoras lo reflejan en sus encuestas donde entre un 75 y 80%
están pidiendo cambio en lo político.
En Venezuela no habrá mejoras en lo económico sino hay
cambio político, si esto último no ocurre estaremos destinados a rebotes del
gato muerto en periodos específicos.
Por: Juan Carlos Pinto.-
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