Pensar que el color de piel puede ser motivo para menospreciar a alguien, no cabe en la cabeza de persona racional. Lo triste es que hay mucha gente que lo siente con orgullo y lo grita en sitios abiertos, no les importa dañar la imagen del deporte.
Quien grita groserías y basa su vocabulario en frases racistas, debe ser expulsado de los estadios. Sin contemplaciones, se debe ser fuerte con quien quiera inculcar el odio públicamente.
Lo sucedido en España en contra de Vinicius, no hace daño al jugador brasileño, atenta contra todo el deporte mundial. Hay muchas cosas para resaltar en estos atletas para venir a vociferar estupideces sin sentido a los cuatro vientos.
Tenemos una sociedad enferma, muchos de los "expertos" en la materia opinan de manera diversa, algunos dejan caer que la culpa es del jugador. No se puede ser más desconsiderado, España está retrocediendo en esta materia, el sentido de progreso no puede tener medias tintas, esa horrible etapa de la esclavitud ya fue superada.
Pero analizamos el rumbo político que lleva la Madre Patria y veremos coincidencias retrogradas como este absurdo comportamiento que tienen algunos de los asistentes al fútbol en este país. El problema es social y debe ser atacado como tal.
A mí parecer La Liga, el ente rector del campeonato español, debe ser más rígido y actuar de manera firme para evitar avances de estos fanáticos, incluso llegar a impedirles la entrada a los juegos.
Inglaterra en su momento los hizo y logró meter a los "hooligans" por el carril. Ahí está sin duda el ejemplo a seguir.
Pero esa manera de castigar estas conductas indeseables deben ser combatidas desde la raíz, es en la casa donde debe comenzar la educación de nuestros hijos, hay que explicar estos problemas y no solo comentarlos, debemos explicar porqué estas conductas atentan contra el respeto y la tolerancia, que deben existir para lograr vivir en paz.
También, en las escuelas y colegios debe profundizarse respecto al manejo de estas conductas, no podemos permitir que algunos, porque son minoria, encuentren eco en nuestros hijos, si logramos esto, habremos luchado frontalmente contra ese nuevo orden que tiene diversas aristas para penetrar de una u otra manera. Sin duda alguna, en el seno del hogar está el antídoto para ese veneno social.
Importante saber que la lucha contra estos males que parecían superados, es un tanto más difícil que antes, ahora el bombardeo a través de las redes sociales no cesa.
Se debe poner un freno al desmedido uso del celular a nuestros hijos, en primer lugar, colocarles un horario de uso del dispositivo, mientras podamos dominar esta materia explicándoles de buena manera. Pero, llamo a la reflexión, ¿cuántos de nosotros al levantarnos lo primero que hacemos es encender el celular? Hay muchos que al parecer no tienen tema de conversación, más allá de lo que se enteran por las redes sociales, nos creemos todo lo que vemos en ellas, muchos opinan igual que uno u otro influencer, al parecer nos da miedo opinar de manera propia. Y la opinión personal, dónde queda, por qué debemos encajar en la forma de pensar de tal o cuál?
Las distintas formas de pensar siempre serán válidas, lo que no es válido es vulnerar los derechos de los demás o incumplir con nuestros deberes. La sociedad es la suma de todas nuestras maneras de pensar por eso debemos evitar la proliferación de grupos extremistas. Nunca los extremos serán opción, por lo general en el medio está la solución.
El giro que toma el mundo en gran medida lo hemos permitido nosotros, pienso que respecto a algunos temas deberíamos ser más contundentes. Esto del racismo, ni siquiera debería ser tema a tratar a estas alturas de la vida.
¿Por qué retroceder hasta tiempos olvidados para tratar de herir a otra persona que nos está haciendo ir hasta sitios, dónde no queremos volver la mayoría?.
Necesario es despertar, mirar un poco más allá y frenar a los desadaptados que se atrincheran en el mal pasado.
Al contrario, hagamos posible un mundo más tolerante, desde el respeto a la diversidad de pensamiento, siendo optimistas frente al futuro.
Sabemos que tenemos una ardua lucha contra quienes tienen agendan para el mal. Pero también sabemos que los buenos, somos más.
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2023/06/racismo.html
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