Por:
Lokman González.-
De las fiestas patronales a las ferias
Ya vestidos mis hermanas y
yo, y disponiéndonos a salir para la iglesia San Juan, mamá prepara el agua que
nos vamos a llevar. Arrancamos emocionados para ver las actividades que
alrededor de la plaza bolívar se hacían: retretas, toro en candela, la quema
del árbol, la procesión del santo. Eran tiempos de las fiestas patronales. Mes
de junio.
Una vez pasadas esas
actividades esperábamos ansiosos el mes de septiembre, tiempos de ferias. Mi
primo y yo en caballos de palos de escoba, mis hermanas y primas, las menores
desfilando y las mayores haciendo de mamás o parte del jurado.
Ambas fechas formaban parte
de nuestra infancia, ir actualmente a la iglesia San Juan e ir a la ferias, es retrotraerse
a aquellos tiempos de esa infancia cuyos hermosos recuerdos invaden de emoción
a mi niño interno.
Dos acontecimientos en meses
distintos pero que hace tiempo las unieron no sé por qué razón pero que en
esencia son distintas. Las fiestas patronales, fiesta cívico religiosas para
honrar al santo patrono y las ferias, un evento para mostrar las
potencialidades de nuestro municipio.
A partir de esa fusión se
empezó a descontextualizar la esencia y el significado de las fiestas
patronales. Hoy tenemos, por ejemplo, candidatas de otras parroquias, cuando el
deber ser, serían candidatas de nuestras barriadas. Cada pueblo tiene un santo
o santa a quien venerar. Por ejemplo, de Carora no participa una joven,
representándonos en unas fiestas patronales de una parroquia rural. Aparte de
que en los actuales momentos y a propósito del boom de las redes sociales vemos
a las candidatas a reina,de nuestras fiestas patronales, en fotos y/o videos
posando con vacas, caballos y toros como si fueran candidatas de las ferias.
Laferia tiene su reina, son
elegidas por una suerte de herencia consanguínea, transmitida de generación en
generación, muy al estilo de los tiempos de la edad media. Ya para este año
tienen quien va a ser la reina del próximo año y hasta dentro de las próximas
décadas, esto siguiendo estrictamente el mandato de algún rey medieval que
ejerce la soberanía o poder por delegación de Dios, de acuerdo al estamento
nobiliario de la “alta nobleza”.
Comentan que transcurrido
poco tiempo del reciente milenio se intentó fusionar ambos reinados, al salir “electa”
como reina de las fiestas patronales la representante de la zona colonial, pero
atendiendo las escrituras dejadas a buen resguardo por el rey medieval no se
aceptó.
Sí vamos al rescate de
nuestras tradiciones y costumbres ¿por qué no se separan como eran en otrora
época y así reivindicar, por una parte, el encuentro con nuestras raíces,
cultura y costumbres a través de las fiestas patronales y por la otra admirar y
ser partícipes de las ferias como una vitrina para mostrar las potencialidades
de un municipio pujante, de gente laboriosa y comprometida con su terruño?
Trump soltó la sopa.
“Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos
hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo”
Una confesión que devela
toda la trama en torno a las mal llamadas sanciones, el verdadero objetivo de su gobierno que no
era más que controlar el petróleo a través del colapso del país.
Tal y como se refirió el
analista político, Luis Vicente León, “debe ser un disparador inigualable de
Unidad Nacional”. Alegando también que “dudo que algún grupo venezolano
opositor en sus cabales reivindique esa barbaridad”.
Pues no se trata del
gobierno de los Estados Unidos sino de cualquier país del mundo que a la fuerza
quiera obtener nuestros recursos, impactando negativamente en la población en
general, como hasta hoy ha sucedido.
¿Qué libro recomiendo?
“A quien le importa la
opinión de un ciego”
Este libro, escrito por
Freddy Fernández y Raúl Casal, consiste en mostrar que Borges, usando al
periodista, con o sin su consentimiento, nos legó también su literatura en las
entrevistas que concedió y logró plasmar en ellas lo que llamó su destino
literario y su segunda obra. El titulo se refiere a que este insigne escritor,
poeta, ensayista y traductor argentinoa la edad de 55 años quedó casi
completamente ciego. Señalan los autores que se debe reconocer que inventó,
alimentó y desarrolló en las entrevistas un personaje literario, un Borges de
acento enfático que encolerizó a muchos y que arrancó sonrisas hasta de sus más
acérrimos detractores.
No es cualquier ciego como el conocido ciego de aquí
que en vez de un bastón le endosan un escrito que alimenta más su ceguera de
“intellectus”.
“Naturalmente
que puedo equivocarme, pero ¿qué importancia tiene lo que diga un hombre viejo
y profundamente ciego?”
Jorge
Luís Borges
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