Por: Lokman González
El
flagelo de la corrupción no es nuevo pero como duele que en tiempos de
refundación de la república, con una Constitución basada en la doctrina
bolivariana en donde se pretende formar ciudadanos probos, honestos, con una
nueva visión de ejercer gobierno, nos encontremos con una nueva trama de
corrupción de grandes dimensiones porque apenas lo que se ha descubierto o por
lo menos lo que se ha hecho público pudiera ser apenas la punta del iceberg.
En
1983 el popular y mediático ilusionista David Copperfield asombró
al mundo entero al hacer desaparecer, con público en vivo y directo y a través
de la televisión, el monumento de la Estatua de la Libertad. Tiempo después se dieron detalles de este impresionante
truco que cautivó a la tele audiencia de esa época.
Lo que actualmente apenas se estárevelando implica “desaparición” de buques en alta mar,
la “aparición” de aeronaves, de carros de lujos, propiedades inmobiliarias,
entre otros “actos de magia” que han dejado a David Copperfield en pañales.
Cada día que pasa surgen dudas en el
colectivo con relación a muchas declaraciones sobre este asunto y no es para
menos debido a que existen mecanismos de control, para que a pesar del
secretismo establecido en la Ley Antibloqueo se puedan activar en consecuencia.
Busco papel, lápiz, plastilina y foamy para que como un niño de preescolar
alguien me responda las siguientes preguntas:
Por qué sólo luego que se anuncia oficialmente
esta deplorable situación sale tanto el Contralor como el Fiscal General de la
República expresando que apoyan y en consecuencia se suman a las
investigaciones ¿Dónde quedó el control posterior?
El ex ministro de Petróleo ¿no detectó
ninguna irregularidad? Siendo, según señalan, gran parte de la trama
integrantes de su equipo y principal responsable directo de vigilar todo el
proceso.
El ingreso al país las avionetas, los
helicópteros, yates, carros de lujo es, de ley competenciadel SENIAT¿no detectó
ninguna irregularidad o sospecha?
A las aeronaves se les otorga las
respectivas matriculas por Aeronáutica Civil ¿cómo se realizó el proceso de
otorgamiento?
Hermann Escarrá prende el ventilador y alguien se lo apaga
El diputado Escarrá, uno de los
coautores de la cuestionada Ley Antobloqueo y mentor de una nueva tipología: “Ley Constitucional” (sólo puede ser
reformada o derogada por una Asamblea Constituyente), declaró que el hecho de
corrupción llega a 23 mil millones de dólares, luego “recula” aseverando que
“sufrió un lapsus” al referirse a la cifra y añade, además, que hubo una
“distorsión informativa”. Ese cuento está mal echao.
Al parecer la trama de corrupción engloba
otros organismos, ministerios, funcionarios y es ahí donde en las últimas declaraciones,
se observa que se centra en la periferia de un entorno, a riesgo de caer en la chimba
estrategia del “pote de humo”. Proteger a los cabecillas principales e
involucrados directos e indirectos. Ralentizar el proceso y bajar el telón de este oprobioso episodio que nos deja un sabor amargo
y tributa a una mayor decepción.
Dentro de este contexto ¿cómo quedan las
denuncias que en su oportunidad hicieron los, para ese entonces, gerentes de
PDVSA, Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos, quienes en esa oportunidad
denunciaron hechos de corrupción en PDVSA y de seguidas fueron acusados de ser
agentes de la CIA?
En esta pesadilla como que no son todos
los que están, ni son todos los que son.
“Las
malas leyes y una administración deshonesta han quebrado la República… se deben
emplear hombres honrados aunque sean enemigos”.
Simón
Bolívar en 1827
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