Por: Lokman González
Nuevamente
se devela una trama de corrupción que tributa,
negativamente a la precaria situación de nuestra economía. En esta oportunidad
el “recientemente” descubierto desvío,
hasta ahora, de 3 mil millones de dólares perono de aquellos que en una
oportunidad el diputado Jorge Rodríguez exigió su devolución, apelando a uno de
los puntos contemplados en el acuerdo de México. No son esos, son los que un
grupo de funcionarios utilizando la excusa de las sanciones terminaron por
sustraerlos.
Hagamos historia:
El
Presidente Nicolás Maduro creó el PETRO (Idea de Chávez), una especie de
criptomoneda internacional respaldada por materias primas para que sirviera de
moneda digital de intercambio con todas las técnicas propias que se utilizan
para estos casos y así evadir pagos internacionales que son dominados por el
sistema “SWIFT”, el cual es una de las infraestructuras imprescindibles de las
finanzas internacionales, y una herramienta para la integración de servicios
tales como pagos interbancarios,
inversiones, transferencias, comercio exterior y cheques de remesas que
funciona como el brazo financiero más poderoso que permite mantener la
hegemonía de los Estados Unidos, a través del dólar.
En Gaceta Oficial Nº
6.583 del 12 de octubre de 2020, fue publicada la “Ley
Constitucional Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los
Derechos Humanos”, la cual fue presentada por el Ejecutivo Nacional y
aprobada por unanimidad en la Asamblea Nacional Constituyente. Su objetivo principal fue crear un marco
normativo especial y temporal, que permitiera “Mitigar, reducir y
contrarrestar” los efectos de las medidas coercitivas unilaterales conocidas
comúnmente como sanciones. Dicha ley,en términos más digeribles y sencillos,
ocultaría, lo máximo posible, algunas operaciones producto de la venta de
petróleo y sus derivados que permitan recibir pagos directos o hacer un “SWAP”
de productos por deuda. Minimizando, de esta manera, el riesgo de ser retenido
por lo sistemas de pago tradicionales.
Posteriormente se crea la SUNACRIP (Superintendencia Nacional de Criptoactivos y
Actividades Conexas) primera
institución pública con funciones exclusivas para organizar,
planificar, regular, promover y coordinar la adopción y el uso del Criptoactivo
soberano Petro, criptomoneda y activos digitales en Venezuela, así como
construir la nueva Economía Digital para la protección del pueblo venezolano.
En pocas palabras es la instancia responsable de transar el petro para las
operaciones señaladas en el párrafo anterior.
Riesgos que se veían venir:
Con todo este engranaje se apuntaló una Nueva
Arquitectura Financiera,que conlleva sus pro y sus contras sobre todo por
lo delicado de dejar en un absoluto secretismo todo el proceso de
comercialización del petróleo y sus derivados, sólo en manos del Ejecutivo
Nacional y por ende de su tren ministerial. Una suerte de caja negra.
En innumerables oportunidades se alertaba del
grave riesgo que se corría porque se“atenta contra preceptos consagrados en la
Constitución; ya que a través
de ese instrumento se instituye una plataforma normativa paralela que colida
con la prevista en la Constitución.
No podemos negar que sí ha funcionado su
implementación a los fines de sortear las restricciones impuestas y la prueba
está que la mitad del presupuesto de la nación es por ingresos productos de la
renta petrolera. Mucho antes de las nuevas licencias otorgadas a Chevron. Sin
menoscabo de repudiar semejante robo a la nación.
En su debida oportunidad el Partido Comunista
de Venezuela, a través de un comunicado expresó entre otras inquietudes que: “Desde esta perspectiva, es una ley que avalaría
la agudización de la corrupción en la administración pública, al mismo tiempo
que les garantizaría la más plena impunidad a quienes cometen actos lesivos
contra los bienes del estado, contra los intereses de nuestro pueblo”.
La tan rayada y cansona frase: “Caiga quien caiga” tiene riesgo de
quedar como el graznido de los patos que es poco perceptible para el oído
humano, especialmente en espacios abiertos. Porque necesario es llegar hasta la
última célula podrida de este nuevo y muy lamentable hecho de corrupción.
COMENTARIOS