Dotado de una energĆa inagotable y con la mĆŗsica como principal herramienta, el maestro JosĆ© Antonio Abreu mostrĆ³ la dimensiĆ³n ideal de nuestro paĆs: una tierra pujante, llena de voluntades, orgullosa de talentos que destacan en todo el mundo
¿Se imaginĆ³ alguna vez ejerciendo la polĆtica?Como polĆtico no, y mucho menos en la forma como se ha concebido esta carrera en Venezuela. Yo nunca he querido fragmentar mi personalidad, digamos en el economista, el polĆtico y el mĆŗsico. El ser humano es una unidad indisoluble. Y yo hice lo que querĆa: desarrollar una carrera al servicio del paĆs, porque ya era evidente que mi camino era el de una vocaciĆ³n absoluta de servicio a travĆ©s de la docencia.
Imaginamos que hubo resistencia en el medio musical y cultural ante ese nuevo modelo de educaciĆ³n musical que usted querĆa ejecutar.
Todo cambio de carĆ”cter estructural suscita cierta reacciĆ³n y eso es bueno, es positivo, porque contra esas resistencias es como se prueba la eficacia del proyecto. Sin oposiciĆ³n, el proyecto no puede probarse a sĆ mismo. De manera que las resistencias nos dieron la oportunidad histĆ³rica de probar, de validar, nuestra existencia. Dimos la bienvenida a las resistencias porque las necesitĆ”bamos para confrontarnos con nosotros mismos.
En el momento en que nace la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, el 12 de febrero de 1975, el lema fue "Tocar y Luchar". Son dos verbos que sugieren combatividad, ¿por quĆ©?
Desde el principio, cuando se suscitaron las primeras resistencias, entendimos que no podĆamos sĆ³lo tocar, que no podĆamos abandonar el sentido de lucha que aquello implicaba. ¿Con quĆ© objeto? Probar ante las fuerzas contrarias que nos asistĆa la razĆ³n. HabĆa que vencer obstĆ”culos. Tuvimos que luchar mucho durante los aƱos iniciales para a dar conocer en todos sus aspectos esa reforma de educaciĆ³n musical que desemboca en el proyecto de El Sistema; luego, dar a conocer las bondades, no sĆ³lo artĆsticas sino las sociales y las comunitarias; y, por supuesto, evidenciar la necesidad de que los organismos del Estado y las empresas pĆŗblicas y privadas apoyaran de una manera permanente y estable, a fin de que se construyera un programa sustentable.
En los testimonios de los fundadores de la Orquesta Nacional Juvenil hay una palabra comĆŗn: fe. Ellos dicen: "JosĆ© Antonio tenĆa una fe que era como un monumento enorme... nosotros creĆamos que ese sueƱo estaba solamente en su cabeza..." ¿Usted percibĆa esa incredulidad y cĆ³mo se sentĆa en ese momento?
Me sentĆa muy bien; estaba consciente de que era una cuestiĆ³n de tiempo y nada mĆ”s: tiempo para demostrar que estĆ”bamos en nuestro camino. No me importaba que momentĆ”neamente se dudara... yo le daba la bienvenida a esas dudas. Porque cuando se duda al principio y luego se cree, entonces se cree doblemente. Nunca tuve angustia por eso, siempre me sentĆ absolutamente seguro de que estĆ”bamos pisando firme.
Desde el inicio, su proyecto tuvo una vocaciĆ³n nacionalista. Era la materializaciĆ³n de un paĆs posible, de otra Venezuela posible. Los ideales de democracia, de justicia, de inclusiĆ³n social, del rescate de los niƱos y jĆ³venes a travĆ©s del arte, del desarrollo de la sensibilidad en los ciudadanos, del trabajo y la educaciĆ³n como vĆa de progreso individual y colectivo, son algunos de los valores de ese paĆs musical que usted ha creado tan exitosamente. ¿Siente que ese paĆs de las orquestas, ovacionado mundialmente, estĆ” permeando a ese otro paĆs violento que vivimos cotidianamente?
El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles es la dimensiĆ³n ideal de Venezuela. Desde el principio vi en las orquestas la mĆ”s hermosa expresiĆ³n de unidad nacional. Vi una Venezuela pujante, llena de voluntades y de esfuerzos por conseguir lo que se quiere. Vi una Venezuela orgullosa de sus mĆŗsicos que triunfan y se destacan al mĆ”s alto nivel mundial. La irradiaciĆ³n de las Orquestas en la comunidad, en cada estado, en la familia, indudablemente ya se estĆ” viendo, es palpable y veraz, ha ido transformando a la sociedad venezolana. En cada pueblo, en cada municipio, donde hemos creado orquestas, la comunidad se ha organizado y se ha responsabilizado de sus agrupaciones y de cada niƱo que va por las calles con su instrumento. Y lo importante de esto es que si las otras artes siguen el mismo esquema, indudablemente, el arte constituirĆa un instrumento fundamental, estratĆ©gico, Ćŗnico y revolucionario para la transformaciĆ³n del paĆs.
¿CĆ³mo hace para transmitirles su entusiasmo a sus colaboradores y no avasallarlos?
Esa energĆa inagotable no es mĆa, es la luz inextinguible que emana del propio proyecto a largo plazo. Este es un proyecto de siglos, de carĆ”cter histĆ³rico, que emana una energĆa intrĆnseca y que encarna en los principales actores, que son los niƱos y los jĆ³venes. Ellos son los que reciben en forma inagotable el efecto de esa energĆa, la emanan, la transmiten y la prolongan.
¿QuĆ© se requiere para que esta fĆ³rmula con la que usted dio, se implante en el resto del mundo y que firmemente pueda seguir creciendo en Venezuela?
Que los estados la asuman como proyecto intrĆnseco del sistema educativo. El dĆa en que las escuelas bĆ”sicas apliquen en su contenido curricular ordinario la enseƱanza de las artes, desde el niƱo de dos aƱos hasta el nivel universitario, ese dĆa el paĆs serĆ” otro. Para que eso ocurra debemos formar mĆ”s maestros comprometidos con este ideal. Este serĆa el prĆ³ximo gran paso: la inserciĆ³n del Sistema de Orquestas en la educaciĆ³n formal para que la enseƱanza del arte y de la mĆŗsica sea obligatoria en la escuela.
¿CĆ³mo concibe usted a la Venezuela del futuro?
Venezuela tiene que ser una gran empresa de educaciĆ³n. A travĆ©s de una educaciĆ³n sabia, avanzada, profunda y consciente de sus principios, de sus contenidos y de sus propĆ³sitos, el paĆs encontrarĆ” su camino.
por CHEFI BORZACCHINI
¿Se imaginĆ³ alguna vez ejerciendo la polĆtica?Como polĆtico no, y mucho menos en la forma como se ha concebido esta carrera en Venezuela. Yo nunca he querido fragmentar mi personalidad, digamos en el economista, el polĆtico y el mĆŗsico. El ser humano es una unidad indisoluble. Y yo hice lo que querĆa: desarrollar una carrera al servicio del paĆs, porque ya era evidente que mi camino era el de una vocaciĆ³n absoluta de servicio a travĆ©s de la docencia.
Imaginamos que hubo resistencia en el medio musical y cultural ante ese nuevo modelo de educaciĆ³n musical que usted querĆa ejecutar.
Todo cambio de carĆ”cter estructural suscita cierta reacciĆ³n y eso es bueno, es positivo, porque contra esas resistencias es como se prueba la eficacia del proyecto. Sin oposiciĆ³n, el proyecto no puede probarse a sĆ mismo. De manera que las resistencias nos dieron la oportunidad histĆ³rica de probar, de validar, nuestra existencia. Dimos la bienvenida a las resistencias porque las necesitĆ”bamos para confrontarnos con nosotros mismos.
En el momento en que nace la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, el 12 de febrero de 1975, el lema fue "Tocar y Luchar". Son dos verbos que sugieren combatividad, ¿por quĆ©?
Desde el principio, cuando se suscitaron las primeras resistencias, entendimos que no podĆamos sĆ³lo tocar, que no podĆamos abandonar el sentido de lucha que aquello implicaba. ¿Con quĆ© objeto? Probar ante las fuerzas contrarias que nos asistĆa la razĆ³n. HabĆa que vencer obstĆ”culos. Tuvimos que luchar mucho durante los aƱos iniciales para a dar conocer en todos sus aspectos esa reforma de educaciĆ³n musical que desemboca en el proyecto de El Sistema; luego, dar a conocer las bondades, no sĆ³lo artĆsticas sino las sociales y las comunitarias; y, por supuesto, evidenciar la necesidad de que los organismos del Estado y las empresas pĆŗblicas y privadas apoyaran de una manera permanente y estable, a fin de que se construyera un programa sustentable.
En los testimonios de los fundadores de la Orquesta Nacional Juvenil hay una palabra comĆŗn: fe. Ellos dicen: "JosĆ© Antonio tenĆa una fe que era como un monumento enorme... nosotros creĆamos que ese sueƱo estaba solamente en su cabeza..." ¿Usted percibĆa esa incredulidad y cĆ³mo se sentĆa en ese momento?
Me sentĆa muy bien; estaba consciente de que era una cuestiĆ³n de tiempo y nada mĆ”s: tiempo para demostrar que estĆ”bamos en nuestro camino. No me importaba que momentĆ”neamente se dudara... yo le daba la bienvenida a esas dudas. Porque cuando se duda al principio y luego se cree, entonces se cree doblemente. Nunca tuve angustia por eso, siempre me sentĆ absolutamente seguro de que estĆ”bamos pisando firme.
Desde el inicio, su proyecto tuvo una vocaciĆ³n nacionalista. Era la materializaciĆ³n de un paĆs posible, de otra Venezuela posible. Los ideales de democracia, de justicia, de inclusiĆ³n social, del rescate de los niƱos y jĆ³venes a travĆ©s del arte, del desarrollo de la sensibilidad en los ciudadanos, del trabajo y la educaciĆ³n como vĆa de progreso individual y colectivo, son algunos de los valores de ese paĆs musical que usted ha creado tan exitosamente. ¿Siente que ese paĆs de las orquestas, ovacionado mundialmente, estĆ” permeando a ese otro paĆs violento que vivimos cotidianamente?
El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles es la dimensiĆ³n ideal de Venezuela. Desde el principio vi en las orquestas la mĆ”s hermosa expresiĆ³n de unidad nacional. Vi una Venezuela pujante, llena de voluntades y de esfuerzos por conseguir lo que se quiere. Vi una Venezuela orgullosa de sus mĆŗsicos que triunfan y se destacan al mĆ”s alto nivel mundial. La irradiaciĆ³n de las Orquestas en la comunidad, en cada estado, en la familia, indudablemente ya se estĆ” viendo, es palpable y veraz, ha ido transformando a la sociedad venezolana. En cada pueblo, en cada municipio, donde hemos creado orquestas, la comunidad se ha organizado y se ha responsabilizado de sus agrupaciones y de cada niƱo que va por las calles con su instrumento. Y lo importante de esto es que si las otras artes siguen el mismo esquema, indudablemente, el arte constituirĆa un instrumento fundamental, estratĆ©gico, Ćŗnico y revolucionario para la transformaciĆ³n del paĆs.
¿CĆ³mo hace para transmitirles su entusiasmo a sus colaboradores y no avasallarlos?
Esa energĆa inagotable no es mĆa, es la luz inextinguible que emana del propio proyecto a largo plazo. Este es un proyecto de siglos, de carĆ”cter histĆ³rico, que emana una energĆa intrĆnseca y que encarna en los principales actores, que son los niƱos y los jĆ³venes. Ellos son los que reciben en forma inagotable el efecto de esa energĆa, la emanan, la transmiten y la prolongan.
¿QuĆ© se requiere para que esta fĆ³rmula con la que usted dio, se implante en el resto del mundo y que firmemente pueda seguir creciendo en Venezuela?
Que los estados la asuman como proyecto intrĆnseco del sistema educativo. El dĆa en que las escuelas bĆ”sicas apliquen en su contenido curricular ordinario la enseƱanza de las artes, desde el niƱo de dos aƱos hasta el nivel universitario, ese dĆa el paĆs serĆ” otro. Para que eso ocurra debemos formar mĆ”s maestros comprometidos con este ideal. Este serĆa el prĆ³ximo gran paso: la inserciĆ³n del Sistema de Orquestas en la educaciĆ³n formal para que la enseƱanza del arte y de la mĆŗsica sea obligatoria en la escuela.
¿CĆ³mo concibe usted a la Venezuela del futuro?
Venezuela tiene que ser una gran empresa de educaciĆ³n. A travĆ©s de una educaciĆ³n sabia, avanzada, profunda y consciente de sus principios, de sus contenidos y de sus propĆ³sitos, el paĆs encontrarĆ” su camino.
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